2
A los niños y a los bebés les has enseñado
a hablar de tu fuerza,
así silencias a tus enemigos
y a todos los que se te oponen.
3
Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos
—la luna y las estrellas que pusiste en su lugar—, me pregunto:
4
¿qué son los simples mortales para que pienses en ellos,
los seres humanos para que de ellos te ocupes?
5
Sin embargo, los hiciste un poco menor que Dios
y los
coronaste de gloria y honor.
6
Los pusiste a cargo de todo lo que creaste,
y sometiste todas las cosas bajo su autoridad:
7
los rebaños y las manadas
y todos los animales salvajes,
8
las aves del cielo, los peces del mar,
y todo lo que nada por las corrientes oceánicas.
9
Oh Señor
, Señor nuestro, ¡tu majestuoso nombre llena la tierra!