2
Por boca de los infantes y de los niños de pecho has establecido tu fortaleza, por causa de tus adversarios, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
3
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido,
4
digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides ?
5
¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronas de gloria y majestad!
6
Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos; todo lo has puesto bajo sus pies:
7
ovejas y bueyes, todos ellos, y también las bestias del campo,
8
las aves de los cielos y los peces del mar, cuanto atraviesa las sendas de los mares.
9
¡Oh SEÑOR, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! David.