8
Entonces no serán obstinados, rebeldes e infieles
como sus antepasados,
quienes se negaron a entregar su corazón a Dios.
9
Los guerreros de Efraín, aunque estaban armados con arcos,
dieron la espalda y huyeron el día de la batalla.
10
No cumplieron el pacto de Dios
y se negaron a vivir según sus enseñanzas.
11
Se olvidaron de lo que él había hecho,
de las grandes maravillas que les había mostrado,
12
de los milagros que hizo para sus antepasados
en la llanura de Zoán, en la tierra de Egipto.
13
Partió en dos el mar y los guió a cruzarlo,
¡mientras sostenía las aguas como si fueran una pared!
14
Durante el día los guiaba con una nube,
y toda la noche, con una columna de fuego.
15
Partió las rocas en el desierto para darles agua
como de un manantial burbujeante.
16
Hizo que de la roca brotaran corrientes de agua,
¡y que el agua fluyera como un río!
17
Sin embargo, ellos siguieron pecando contra él,
al rebelarse contra el Altísimo en el desierto.
18
Tercamente pusieron a prueba a Dios en sus corazones,
al exigirle la comida que tanto ansiaban.