50 Se enfureció contra ellos;
no perdonó la vida de los egipcios,
sino que los devastó con plagas.
51 Mató al hijo mayor de cada familia egipcia,
la flor de la juventud en toda la tierra de Egipto.
52 Pero guió a su propio pueblo como a un rebaño de ovejas,
los condujo a salvo a través del desierto.
53 Los protegió para que no tuvieran temor,
en cambio, sus enemigos quedaron cubiertos por el mar.
54 Los llevó a la frontera de la tierra santa,
a la tierra de colinas que había conquistado para ellos.
55 A su paso expulsó a las naciones de esa tierra,
la cual repartió por sorteo a su pueblo como herencia
y estableció a las tribus de Israel en sus hogares.
56 Pero ellos siguieron tentando al Dios Altísimo y rebelándose contra él;
no obedecieron sus leyes.
57 Le dieron la espalda y fueron tan infieles como sus padres;
eran tan poco fiables como un arco torcido.
58 Hicieron enojar a Dios al construir santuarios a otros dioses;
con sus ídolos lo pusieron celoso.
59 Cuando Dios los oyó, se enojó mucho,
y rechazó a Israel por completo.
60 Entonces abandonó su morada en Silo,
el tabernáculo donde había vivido en medio de su pueblo.
61 Permitió que el arca de su poder fuera capturada;
cedió su gloria a manos enemigas.
62 Entregó a su pueblo para que los masacraran a espada,
porque estaba muy enojado con su propio pueblo, su posesión más preciada.
63 A los jóvenes los mataron con fuego;
las muchachas murieron antes de entonar sus canciones de boda.
64 Masacraron a los sacerdotes,
y sus viudas no pudieron llorar su muerte.
65 Entonces el Señor se levantó como si despertara de un sueño,
como un guerrero que vuelve en sí de una borrachera.
66 Derrotó a sus enemigos en forma aplastante
y los mandó a la vergüenza eterna.
67 Pero rechazó a los descendientes de José;
no escogió a la tribu de Efraín.
68 En cambio, eligió a la tribu de Judá,
y al monte Sión, al cual amaba.
69 Allí construyó su santuario tan alto como los cielos,
tan sólido y perdurable como la tierra.
70 Escogió a su siervo David
y lo llamó del redil.
71 Tomó a David de donde cuidaba a las ovejas y a los corderos
y lo convirtió en pastor de los descendientes de Jacob:
de Israel, el pueblo de Dios;
72 lo cuidó con sinceridad de corazón
y lo dirigió con manos diestras.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Salmos 78:50 Preparó senda para su ira; no eximió sus almas de la muerte, sino que entregó sus vidas a la plaga,

English Standard Version ESV

Psalm 78:50 He made a path for his anger; he did not spare them from death, but gave their lives over to the plague.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Salmos 78:50 Dispuso el camino a su furor; no eximió el alma de ellos de la muerte, sino que entregó su vida a la mortandad

King James Version KJV

Psalm 78:50 He made a way to his anger; he spared not their soul from death, but gave their life over to the pestilence;

New King James Version NKJV

Psalm 78:50 He made a path for His anger; He did not spare their soul from death, But gave their life over to the plague,

Nueva Versión Internacional NVI

Salmos 78:50 Dio rienda suelta a su enojoy no los libró de la muerte,sino que los entregó a la plaga.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Salmos 78:50 Dispuso el camino á su furor; No eximió la vida de ellos de la muerte, Sino que entregó su vida á la mortandad.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Salmos 78:50 Dispuso el camino a su furor; no eximió el alma de ellos de la muerte, sino que entregó su vida a la mortandad.

Herramientas de Estudio para Salmos 78:50-72