2
Cuando estaba en graves dificultades,
busqué al Señor.
Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo,
pero mi alma no encontró consuelo.
3
Pienso en Dios y gimo,
abrumado de tanto anhelar su ayuda.
Interludio
4
No me dejas dormir;
¡estoy tan afligido que ni siquiera puedo orar!
5
Pienso en los viejos tiempos,
que acabaron hace tanto,
6
cuando mis noches estaban llenas de alegres canciones.
Ahora busco en mi alma y considero la diferencia.
7
¿Me habrá rechazado para siempre el Señor?
¿Nunca más volverá a ser bondadoso conmigo?
8
¿Se ha ido para siempre su amor inagotable?
¿Han dejado de cumplirse sus promesas para siempre?
9
¿Se ha olvidado Dios de ser bondadoso?
¿Habrá cerrado de un portazo la entrada a su compasión?
Interludio
10
Y yo digo: «Este es mi destino;
el Altísimo volvió su mano contra mí».
11
Pero después me acuerdo de todo lo que has hecho, oh Señor
;
recuerdo tus obras maravillosas de tiempos pasados.
12
Siempre están en mis pensamientos;
no puedo dejar de pensar en tus obras poderosas.