1
Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, pues cercano está tu nombre; los hombres declaran tus maravillas.
2
Cuando yo escoja el tiempo oportuno, seré yo quien juzgará con equidad.
3
Tiemblan la tierra y todos sus moradores, mas yo sostengo sus columnas. (Selah)
4
Dije a los orgullosos: No os jactéis; y a los impíos: No alcéis la frente;
5
no levantéis en alto vuestra frente; no habléis con orgullo insolente.
6
Porque ni del oriente ni del occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento;
7
sino que Dios es el juez; a uno humilla y a otro ensalza.
8
Porque hay un cáliz en la mano del SEÑOR, y el vino fermenta, lleno de mixtura, y de éste El sirve; ciertamente lo sorberán hasta las heces y lo beberán todos los impíos de la tierra.