2 Recuerda que somos el pueblo que elegiste hace tanto tiempo,
¡la tribu a la cual redimiste como tu posesión más preciada!
Y acuérdate de Jerusalén,
tu hogar aquí en la tierra.
3 Camina por las espantosas ruinas de la ciudad;
mira cómo el enemigo ha destruido tu santuario.
4 Allí tus enemigos dieron gritos victoriosos de guerra;
allí levantaron sus estandartes de batalla.
5 Blandieron sus hachas
como leñadores en el bosque.
6 Con hachas y picos,
destrozaron los paneles tallados.
7 Redujeron tu santuario a cenizas;
profanaron el lugar que lleva tu nombre.
8 Luego pensaron: «¡Destruyamos todo!».
Entonces quemaron por completo todos los lugares de adoración a Dios.
9 Ya no vemos tus señales milagrosas;
ya no hay más profetas,
y nadie puede decirnos cuándo acabará todo esto.
10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, dejarás que tus enemigos te insulten?
¿Permitirás que deshonren tu nombre para siempre?
11 ¿Por qué contienes tu fuerte brazo derecho?
Descarga tu poderoso puño y destrúyelos.
12 Tú, oh Dios, eres mi rey desde hace siglos,
traes salvación a la tierra.
13 Dividiste el mar con tu fuerza
y les rompiste la cabeza a los monstruos marinos.
14 Aplastaste las cabezas del Leviatán
y dejaste que se lo comieran los animales del desierto.
15 Hiciste que brotaran los manantiales y los arroyos,
y secaste ríos que jamás se secan.
16 Tanto el día como la noche te pertenecen;
tú creaste el sol y la luz de las estrellas.
17 Estableciste los límites de la tierra
e hiciste el verano, así como el invierno.
18 Mira cómo te insultan estos enemigos, Señor
;
una nación insensata ha deshonrado tu nombre.
19 No permitas que estas bestias salvajes destruyan a tus tórtolas;
no te olvides para siempre de tu pueblo dolido.
20 Recuerda las promesas de tu pacto,
¡porque la tierra está llena de oscuridad y violencia!
21 No permitas que humillen otra vez a los oprimidos,
en cambio, deja que el pobre y el necesitado alaben tu nombre.
22 Levántate, oh Dios, y defiende tu causa;
recuerda cómo te insultan estos necios todo el día.
23 No pases por alto lo que han dicho tus enemigos
ni su creciente alboroto.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Salmos 74:2 Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde los tiempos antiguos, la que redimiste para que sea la tribu de tu heredad, y de este monte Sion donde has habitado.

English Standard Version ESV

Psalm 74:2 1Remember your congregation, which you have 2purchased of old, which you have 3redeemed to be 4the tribe of your heritage! Remember Mount Zion, 5where you have dwelt.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Salmos 74:2 Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado

King James Version KJV

Psalm 74:2 Remember thy congregation, which thou hast purchased of old; the roda of thine inheritance, which thou hast redeemed; this mount Zion, wherein thou hast dwelt.

New King James Version NKJV

Psalm 74:2 Remember Your congregation, which You have purchased of old, The tribe of Your inheritance, which You have redeemed-- This Mount Zion where You have dwelt.

Nueva Versión Internacional NVI

Salmos 74:2 Acuérdate del pueblo que adquiristedesde tiempos antiguos,de la tribu que redimistepara que fuera tu posesión.Acuérdate de este monte Sión,que es donde tú habitas.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Salmos 74:2 Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, Cuando redimiste la vara de tu heredad; Este monte de Sión, donde has habitado.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Salmos 74:2 Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado.

Herramientas de Estudio para Salmos 74:2-23