5
Que te teman
mientras el sol brille
y mientras la luna permanezca en el cielo;
¡sí, para siempre!
6
Que el gobierno del rey tenga la frescura de las lluvias de primavera sobre la hierba recién cortada,
de los aguaceros que riegan la tierra.
7
Que florezcan todos los justos durante su reinado;
que haya prosperidad abundante hasta que la luna deje de existir.
8
Que reine de mar a mar,
y desde el río Éufrates
hasta los extremos de la tierra.
9
Los nómadas del desierto se inclinarán ante él;
sus enemigos caerán a sus pies sobre el polvo.
10
Los reyes occidentales, de Tarsis y de otras tierras distantes,
le llevarán tributo.
Los reyes orientales, de Saba y de Seba,
le llevarán regalos.
11
Todos los reyes se inclinarán ante él,
y todas las naciones le servirán.
12
Rescatará a los pobres cuando a él clamen;
ayudará a los oprimidos, que no tienen quién los defienda.
13
Él siente compasión por los débiles y los necesitados,
y los rescatará.
14
Los redimirá de la opresión y la violencia,
porque sus vidas le son preciosas.
15
¡Viva el rey!
Que se le entregue el oro de Saba.
Que la gente siempre ore por él
y lo bendiga todo el día.