6
Levántate, oh SEÑOR, en tu ira; álzate contra la furia de mis adversarios, y despiértate en favor mío; tú has establecido juicio.
7
Que te rodee la asamblea de los pueblos, y tú en lo alto regresa sobre ella.
8
El SEÑOR juzga a los pueblos; júzgame oh SEÑOR, conforme a mi justicia y a la integridad que hay en mí.
9
Acabe la maldad de los impíos, mas establece tú al justo, pues el Dios justo prueba los corazones y las mentes .
10
Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón.
11
Dios es juez justo, y un Dios que se indigna cada día contra el impío.
12
Y si el impío no se arrepiente, El afilará su espada; tensado y preparado está su arco.
13
Ha preparado también sus armas de muerte; hace de sus flechas saetas ardientes.
14
He aquí, con la maldad sufre dolores, y concibe la iniquidad y da a luz el engaño.
15
Ha cavado una fosa y la ha ahondado, y ha caído en el hoyo que hizo.
16
Su iniquidad volverá sobre su cabeza, y su violencia descenderá sobre su coronilla.