23
Que sus ojos queden ciegos para que no puedan ver,
y haz que sus cuerpos tiemblen continuamente.
24
Derrama tu furia sobre ellos,
consúmelos en el ardor de tu enojo.
25
Que su casa quede desolada
y sus carpas, desiertas.
26
A quien tú has castigado, agregan insultos;
añaden dolor a quienes tú has herido.
27
Amontona sus pecados en una enorme pila,
y no los dejes en libertad.
28
Borra sus nombres del libro de la vida;
no dejes que sean incluidos entre los justos.
29
Estoy afligido y dolorido;
rescátame, oh Dios, con tu poder salvador.
30
Entonces alabaré el nombre de Dios con cánticos,
y lo honraré con acción de gracias.
31
Pues al Señor
esto le agradará más que el sacrificio de ganado
o que presentar un toro con cuernos y pezuñas.
32
Los humildes verán a su Dios en acción y se pondrán contentos;
que todos los que buscan la ayuda de Dios reciban ánimo.
33
Pues el Señor
oye el clamor de los necesitados;
no desprecia a su pueblo encarcelado.