5 Padre de los huérfanos, defensor de las viudas,
este es Dios y su morada es santa.
6 Dios ubica a los solitarios en familias;
pone en libertad a los prisioneros y los llena de alegría.
Pero a los rebeldes los hace vivir en una tierra abrasada por el sol.
7 Oh Dios, cuando sacaste a tu pueblo de Egipto,
cuando marchaste a través de las áridas tierras baldías,
Interludio
8 la tierra tembló y los cielos derramaron lluvia a raudales
delante de ti, el Dios del Sinaí,
delante de Dios, el Dios de Israel.
9 Enviaste lluvia en abundancia, oh Dios,
para refrescar la tierra agotada.
10 Finalmente allí se estableció tu pueblo
y, con una abundante cosecha, oh Dios,
proveíste para tu pueblo necesitado.
11 El Señor da la palabra,
y un gran ejército
trae las buenas noticias.
12 Los reyes enemigos y sus ejércitos huyen,
mientras las mujeres de Israel reparten el botín.
13 Hasta los que vivían entre los rediles encontraron tesoros,
palomas con alas de plata
y plumas de oro.
14 El Todopoderoso esparció a los reyes enemigos
como una tormenta de nieve que sopla en el monte Salmón.
15 Las montañas de Basán son majestuosas,
con muchas cumbres altas que llegan al cielo.
16 Oh montañas empinadas, ¿por qué miran con envidia
al monte Sión, donde Dios decidió vivir,
donde el Señor
vivirá para siempre?
17 Rodeado de incontables millares de carros de guerra,
el Señor llegó del monte Sinaí y entró en su santuario.
18 Cuando ascendiste a las alturas,
llevaste a una multitud de cautivos;
recibiste regalos de la gente,
incluso de quienes se rebelaron contra ti.
Ahora el Señor
Dios vivirá allí, en medio de nosotros.
19 ¡Alaben al Señor, alaben a Dios nuestro salvador!
Pues cada día nos lleva en sus brazos.
Interludio
20 ¡Nuestro Dios es un Dios que salva!
El Señor
Soberano nos rescata de la muerte.
21 Pero Dios aplastará las cabezas de sus enemigos,
aplastará los cráneos de los que aman sus caminos perversos.
22 El Señor dice: «Haré descender a mis enemigos desde Basán;
los levantaré desde las profundidades del mar.
23 Ustedes, pueblo mío, se lavarán los pies en la sangre de ellos,
¡y hasta los perros tendrán su porción!».
24 Ya asoma tu procesión, oh Dios,
la procesión de mi Dios y Rey mientras él entra en el santuario.
25 Los cantores van adelante, los músicos van detrás;
en medio hay jovencitas que tocan panderetas.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Salmos 68:5 Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa morada.

English Standard Version ESV

Psalm 68:5 Father of the fatherless and protector of widows is God in his holy habitation.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Salmos 68:5 Padre de huérfanos y defensor de viudas, es Dios en la morada de su santuario

King James Version KJV

Psalm 68:5 A father of the fatherless, and a judge of the widows, is God in his holy habitation.

New King James Version NKJV

Psalm 68:5 A father of the fatherless, a defender of widows, Is God in His holy habitation.

Nueva Versión Internacional NVI

Salmos 68:5 Padre de los huérfanos y defensor de las viudases Dios en su morada santa.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Salmos 68:5 Padre de huérfanos y defensor de viudas, Es Dios en la morada de su santuario:

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Salmos 68:5 Padre de huérfanos y defensor de viudas, es Dios en la morada de su santuario;

Herramientas de Estudio para Salmos 68:5-25