2 Sóplalos y disípalos como si fueran humo;
derrítelos como la cera en el fuego;
que los malvados perezcan en la presencia de Dios.
3 Pero que los justos se alegren;
que se gocen en la presencia de Dios;
que estén llenos de alegría.
4 ¡Canten alabanzas a Dios y a su nombre!
Canten alabanzas en alta voz al que cabalga sobre las nubes.
Su nombre es el Señor
;
¡alégrense en su presencia!
5 Padre de los huérfanos, defensor de las viudas,
este es Dios y su morada es santa.
6 Dios ubica a los solitarios en familias;
pone en libertad a los prisioneros y los llena de alegría.
Pero a los rebeldes los hace vivir en una tierra abrasada por el sol.
7 Oh Dios, cuando sacaste a tu pueblo de Egipto,
cuando marchaste a través de las áridas tierras baldías,
Interludio
8 la tierra tembló y los cielos derramaron lluvia a raudales
delante de ti, el Dios del Sinaí,
delante de Dios, el Dios de Israel.
9 Enviaste lluvia en abundancia, oh Dios,
para refrescar la tierra agotada.
10 Finalmente allí se estableció tu pueblo
y, con una abundante cosecha, oh Dios,
proveíste para tu pueblo necesitado.
11 El Señor da la palabra,
y un gran ejército
trae las buenas noticias.
12 Los reyes enemigos y sus ejércitos huyen,
mientras las mujeres de Israel reparten el botín.
13 Hasta los que vivían entre los rediles encontraron tesoros,
palomas con alas de plata
y plumas de oro.
14 El Todopoderoso esparció a los reyes enemigos
como una tormenta de nieve que sopla en el monte Salmón.
15 Las montañas de Basán son majestuosas,
con muchas cumbres altas que llegan al cielo.
16 Oh montañas empinadas, ¿por qué miran con envidia
al monte Sión, donde Dios decidió vivir,
donde el Señor
vivirá para siempre?
17 Rodeado de incontables millares de carros de guerra,
el Señor llegó del monte Sinaí y entró en su santuario.
18 Cuando ascendiste a las alturas,
llevaste a una multitud de cautivos;
recibiste regalos de la gente,
incluso de quienes se rebelaron contra ti.
Ahora el Señor
Dios vivirá allí, en medio de nosotros.
19 ¡Alaben al Señor, alaben a Dios nuestro salvador!
Pues cada día nos lleva en sus brazos.
Interludio
20 ¡Nuestro Dios es un Dios que salva!
El Señor
Soberano nos rescata de la muerte.
21 Pero Dios aplastará las cabezas de sus enemigos,
aplastará los cráneos de los que aman sus caminos perversos.
22 El Señor dice: «Haré descender a mis enemigos desde Basán;
los levantaré desde las profundidades del mar.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Salmos 68:2 Como se disipa el humo, disípalos; como la cera se derrite delante del fuego, así perezcan los impíos delante de Dios.

English Standard Version ESV

Psalm 68:2 As smoke is driven away, so you shall drive them away; as wax melts before fire, so the wicked shall perish before God!

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Salmos 68:2 Como es lanzado el humo, los lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios

King James Version KJV

Psalm 68:2 As smoke is driven away, so drive them away: as wax melteth before the fire, so let the wicked perish at the presence of God.

New King James Version NKJV

Psalm 68:2 As smoke is driven away, So drive them away; As wax melts before the fire, So let the wicked perish at the presence of God.

Nueva Versión Internacional NVI

Salmos 68:2 Que desaparezcan del todo,como humo que se disipa con el viento;que perezcan ante Dios los impíos,como cera que se derrite en el fuego.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Salmos 68:2 Como es lanzado el humo, los lanzarás: Como se derrite la cera delante del fuego, Así perecerán los impíos delante de Dios.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Salmos 68:2 Como es lanzado el humo, los lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.

Herramientas de Estudio para Salmos 68:2-22