5
Se animan unos a otros a hacer el mal
y maquinan cómo tender sus trampas en secreto.
«¿Quién se dará cuenta?», preguntan.
6
Dicen mientras traman sus delitos:
«¡Hemos orquestado el plan perfecto!».
Es cierto, el corazón y la mente del ser humano son astutos.
7
Pero Dios mismo les lanzará sus flechas
y los herirá de repente.
8
Su propia lengua los arruinará,
y quienes los vean, menearán la cabeza en señal de desprecio.
9
Entonces todos temerán;
proclamarán los poderosos actos de Dios,
y se darán cuenta de todas las cosas asombrosas que él hace.
10
Los justos se alegrarán en el Señor
,
y en él encontrarán refugio.
Y los que hacen lo correcto
lo alabarán.