1
¿Habláis en verdad justicia, oh dioses ? ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?
2
No, pues en el corazón cometéis iniquidad; la violencia de vuestras manos repartís en la tierra.
3
Desde la matriz están desviados los impíos; desde su nacimiento se descarrían los que hablan mentiras.
4
Tienen veneno como veneno de serpiente; son como una cobra sorda que cierra su oído,
5
que no oye la voz de los que encantan, ni siquiera al más diestro encantador.
6
Oh Dios, rompe los dientes de su boca; quiebra las muelas de los leoncillos, SEÑOR.
7
Que se diluyan como las aguas que corren; cuando disparen sus saetas, que sean como si estuvieran sin punta.
8
Que sean como el caracol, que se deslíe según se arrastra, como los que nacen muertos, que nunca ven el sol.