1
Salmo 50
Salmo de Asaf.
El Señor
, el Poderoso, es Dios y habló;
convocó a toda la humanidad
desde donde sale el sol hasta donde se pone.
2
Desde el monte Sión, la perfección de la belleza,
Dios brilla con un resplandor glorioso.
3
Nuestro Dios se acerca,
pero no en silencio.
A su paso el fuego devora todo lo que encuentra,
y a su alrededor se desata una gran tormenta.
4
Pone al cielo arriba y a la tierra abajo
como testigos del juicio a su pueblo.
5
«Tráiganme a mi pueblo fiel,
a los que hicieron un pacto conmigo, al ofrecer sacrificios».
6
Luego dejen que los cielos proclamen la justicia divina,
porque Dios mismo será el juez.
Interludio
7
«Oh pueblo mío, escucha cuando te hablo.
Estas son las acusaciones que tengo contra ti, oh Israel:
¡yo soy Dios, tu Dios!
8
No tengo quejas de tus sacrificios
ni de las ofrendas quemadas que ofreces constantemente.
9
Pero no necesito los toros de tus establos
ni las cabras de tus corrales.