10
Pues se ve que mueren los sabios, Así como el insensato y el necio perecen, Y dejan á otros sus riquezas.
11
En su interior tienen que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación: Llamaron sus tierras de sus nombres.
12
Mas el hombre no permanecerá en honra: Es semejante á las bestias que perecen.
13
Este su camino es su locura: Con todo, corren sus descendientes por el dicho de ellos. (Selah.)
14
Como rebaños serán puestos en la sepultura; La muerte se cebará en ellos; Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana: Y se consumirá su bien parecer en el sepulcro de su morada.
15
Empero Dios redimirá mi vida del poder de la sepultura, Cuando me tomará. (Selah.)
16
No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa;
17
Porque en muriendo no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria.
18
Si bien mientras viviere, dirá dichosa á su alma: Y tú serás loado cuando bien te tratares.
19
Entrará á la generación de sus padres: No verán luz para siempre.
20
El hombre en honra que no entiende, Semejante es á las bestias que perecen.