2 Con tu poder expulsaste a las naciones paganas
y entregaste toda la tierra a nuestros antepasados.
Aplastaste a sus enemigos
y liberaste a nuestros antepasados.
3 No fue con sus espadas que conquistaron la tierra,
ni sus brazos fuertes les dieron la victoria.
Fueron tu mano derecha y tu brazo fuerte,
y la luz cegadora de tu rostro que los ayudó,
porque los amabas.
4 Tú eres mi Rey y mi Dios;
tú decretas las victorias de Israel.
5 Solo con tu poder hacemos retroceder a nuestros enemigos,
solo en tu nombre podemos pisotear a nuestros adversarios.
6 No confío en mi arco
ni dependo de que mi espada me salve.
7 Tú eres el que nos da la victoria sobre nuestros enemigos;
avergüenzas a los que nos odian.
8 Oh Dios, todo el día te damos gloria
y alabamos tu nombre constantemente.
Interludio
9 Pero ahora nos hiciste a un lado en deshonra;
ya no estás al frente de nuestros ejércitos en batalla.
10 Nos haces huir en retirada de nuestros enemigos
y dejas que los que nos odian saqueen nuestra tierra.
11 Nos descuartizaste como a ovejas,
y nos esparciste entre las naciones.
12 Vendiste a tu precioso pueblo por una miseria
y no ganaste nada con la venta.
13 Permites que nuestros vecinos se burlen de nosotros;
somos objeto de desprecio y desdén de quienes nos rodean.
14 Nos has hecho el blanco de sus bromas;
menean la cabeza ante nosotros en señal de desprecio.
15 No podemos escapar de la constante humillación;
tenemos la vergüenza dibujada en el rostro.
16 Lo único que oímos son los insultos de los burlones;
lo único que vemos es a nuestros enemigos vengativos.
17 Todo esto ocurrió aunque nunca te hemos olvidado
ni desobedecimos tu pacto.
18 Nuestro corazón no te abandonó
ni nos hemos extraviado de tu camino.
19 Sin embargo, nos aplastaste en el desierto, donde vive el chacal;
nos cubriste de oscuridad y muerte.
20 Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios
o hubiéramos extendido las manos en oración a dioses ajenos,
21 con toda seguridad Dios lo habría sabido,
porque conoce los secretos de cada corazón.
22 Pero por tu causa, nos matan cada día;
nos tratan como a ovejas en el matadero.
23 ¡Despierta, oh Señor! ¿Por qué duermes?
¡Levántate! No nos rechaces para siempre.
24 ¿Por qué miras para otro lado?
¿Por qué pasas por alto nuestro sufrimiento y opresión?
25 Nos desplomamos en el polvo,
quedamos boca abajo en la mugre.
26 ¡Levántate! ¡Ayúdanos!
Rescátanos a causa de tu amor inagotable.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Salmos 44:2 Tú con tu mano echaste fuera las naciones, y a ellos los plantaste. Afligiste a los pueblos, y a ellos los hiciste crecer.

English Standard Version ESV

Psalm 44:2 you with your own hand drove out the nations, but them you planted; you afflicted the peoples, but them you set free;

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Salmos 44:2 Tú con tu mano echaste los gentiles, y los plantaste a ellos en su lugar; afligiste los pueblos, y los arrojaste

King James Version KJV

Psalm 44:2 How thou didst drive out the heathen with thy hand, and plantedst them; how thou didst afflict the people, and cast them out.

New King James Version NKJV

Psalm 44:2 You drove out the nations with Your hand, But them You planted; You afflicted the peoples, and cast them out.

Nueva Versión Internacional NVI

Salmos 44:2 Con tu mano echaste fuera a las nacionesy en su lugar estableciste a nuestros padres;aplastaste a aquellos pueblos,y a nuestros padres los hiciste prosperar.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Salmos 44:2 Tú con tu mano echaste las gentes, y los plantaste á ellos; Afligiste los pueblos, y los arrojaste.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Salmos 44:2 Tú con tu mano echaste los gentiles, y los plantaste a ellos; afligiste los pueblos, y los arrojaste.

Herramientas de Estudio para Salmos 44:2-26