1
Salmo 41
Para el director del coro: salmo de David.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El Señor
los rescata cuando están en apuros.
2
El Señor
los protege
y los mantiene con vida;
los prospera en la tierra
y los rescata de sus enemigos.
3
El Señor
los atiende cuando están enfermos
y les devuelve la salud.
4
«Oh Señor
, ten misericordia de mí —pedí en oración—,
sáname, porque contra ti he pecado».
5
Pero mis enemigos solo hablan mal de mí.
Preguntan: «¿Falta mucho para que se muera y pase al olvido?».
6
Me visitan como si fueran mis amigos,
pero mientras tanto juntan chismes
y, cuando se van, los divulgan a los cuatro vientos.
7
Los que me odian susurran cosas acerca de mí
y se imaginan lo peor.
8
«Tiene alguna enfermedad fatal —dicen—.
¡Jamás se levantará de la cama!».
9
Hasta mi mejor amigo, en quien tenía plena confianza,
quien compartía mi comida, se ha puesto en mi contra.
10
Señor
, ten misericordia de mí.
¡Devuélveme la salud para que pueda darles su merecido!
11
Sé que soy de tu agrado,
porque no permitiste que mis enemigos triunfaran sobre mí.