13
¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal
y tus labios de decir mentiras!
14
Apártate del mal y haz el bien;
busca la paz y esfuérzate por mantenerla.
15
Los ojos del Señor
están sobre los que hacen lo bueno;
sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio.
16
Pero el Señor
aparta su rostro de los que hacen lo malo;
borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.
17
El Señor
oye a los suyos cuando claman a él por ayuda;
los rescata de todas sus dificultades.
18
El Señor
está cerca de los que tienen quebrantado el corazón;
él rescata a los de espíritu destrozado.
19
La persona íntegra enfrenta muchas dificultades,
pero el Señor
llega al rescate en cada ocasión.
20
Pues el Señor
protege los huesos de los justos;
¡ni uno solo es quebrado!
21
Sin duda, la calamidad alcanzará a los perversos,
y los que odian a los justos serán castigados.
22
Pero el Señor
redimirá a los que le sirven;
ninguno que se refugie en él será condenado.