3
¡Rompamos sus cadenas y echemos de nosotros sus cuerdas!
4
El que se sienta en los cielos se ríe, el Señor se burla de ellos.
5
Luego les hablará en su ira, y en su furor los aterrará.
6
Pero yo he consagrado a mi Rey sobre Sion, mi santo monte.
7
Ciertamente anunciaré el decreto del SEÑOR que me dijo: "Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.
8
"Pídeme, y te daré las naciones como herencia tuya, y como posesión tuya los confines de la tierra.
9
"Tú los quebrantarás con vara de hierro; los desmenuzarás como vaso de alfarero."
10
Ahora pues, oh reyes, mostrad discernimiento; recibid amonestación, oh jueces de la tierra.
11
Adorad al SEÑOR con reverencia, y alegraos con temblor.
12
Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian!