9
Da alimento a los animales salvajes
y alimenta a las crías del cuervo cuando chillan.
10
No se complace en la fuerza del caballo
ni en el poder del ser humano.
11
No, el Señor
se deleita en los que le temen,
en los que ponen su esperanza en su amor inagotable.
12
¡Glorifica al Señor
, oh Jerusalén!
¡Alaba a tu Dios, oh Sión!
13
Pues él ha reforzado las rejas de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos que habitan dentro de tus murallas.
14
Envía paz por toda tu nación
y te sacia el hambre con el mejor trigo.
15
Envía sus órdenes al mundo;
¡qué veloz corre su palabra!
16
Envía la nieve como lana blanca
y esparce la escarcha sobre la tierra como ceniza.
17
Lanza el granizo como piedras.
¿Quién puede resistir su frío congelante?
18
Luego, a su orden todo se derrite;
envía sus vientos y el hielo se disuelve.
19
Dios reveló su palabra a Jacob,
sus decretos y ordenanzas a Israel.
20
No ha hecho esto con ninguna otra nación;
las demás naciones no conocen sus ordenanzas.
¡Alabado sea el Señor
!