8
No concedas, SEÑOR, los deseos del impío; no hagas prosperar sus malos designios, para que no se exalten. (Selah)
9
En cuanto a los que me rodean, que la malicia de sus labios los cubra.
10
Caigan sobre ellos carbones encendidos; sean arrojados en el fuego, en abismos profundos de donde no se puedan levantar.
11
Que el hombre de mala lengua no permanezca en la tierra; que al hombre violento lo persiga el mal implacablemente .
12
Yo sé que el SEÑOR sostendrá la causa del afligido, y el derecho de los pobres.
13
Ciertamente los justos darán gracias a tu nombre, y los rectos morarán en tu presencia.