10
Hirió a muchas naciones y mató a reyes poderosos;
11
a Sehón, rey de los amorreos, a Og, rey de Basán, y a todos los reinos de Canaán;
12
y dio sus tierras en herencia, en herencia a Israel su pueblo.
13
Tu nombre, SEÑOR, es eterno; tu memoria, SEÑOR, por todas las generaciones.
14
Porque el SEÑOR juzgará a su pueblo, y tendrá compasión de sus siervos.
15
Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombre.
16
Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven;
17
tienen oídos, y no oyen; tampoco hay aliento en su boca.
18
Los que los hacen serán semejantes a ellos, sí, todos los que en ellos confían.
19
Oh casa de Israel, bendecid al SEÑOR; oh casa de Aarón, bendecid al SEÑOR;
20
oh casa de Leví, bendecid al SEÑOR; los que teméis al SEÑOR, bendecid al SEÑOR.
21
Bendito sea el SEÑOR desde Sion, quien mora en Jerusalén. ¡Aleluya!