64
Oh Señor
, tu amor inagotable llena la tierra;
enséñame tus decretos.
65
Tet
S
, has hecho muchas cosas buenas a mi favor
tal como lo prometiste.
66
Creo en tus mandatos;
ahora enséñame el buen juicio y dame conocimiento.
67
Yo solía desviarme, hasta que me disciplinaste;
pero ahora sigo de cerca tu palabra.
68
Tú eres bueno y haces únicamente el bien;
enséñame tus decretos.
69
Los arrogantes me difaman con mentiras,
pero la verdad es que obedezco tus mandamientos con todo el corazón.
70
El corazón de ellos es torpe y necio,
yo, en cambio, me deleito en tus enseñanzas.
71
El sufrimiento me hizo bien,
porque me enseñó a prestar atención a tus decretos.
72
Tus enseñanzas son más valiosas para mí
que millones en oro y plata.
73
Yod
Tú me hiciste; me creaste.
Ahora dame la sensatez de seguir tus mandatos.
74
Que todos los que te temen encuentren en mí un motivo de alegría,
porque he puesto mi esperanza en tu palabra.