26
De mis caminos te conté, y tú me has respondido; enséñame tus estatutos.
27
Hazme entender el camino de tus preceptos, y meditaré en tus maravillas.
28
De tristeza llora mi alma; fortaléceme conforme a tu palabra.
29
Quita de mí el camino de la mentira, y en tu bondad concédeme tu ley.
30
He escogido el camino de la verdad; he puesto tus ordenanzas delante de mí.
31
Me apego a tus testimonios; SEÑOR, no me averguences.
32
Por el camino de tus mandamientos correré, porque tú ensancharás mi corazón. He.
33
Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
34
Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón.
35
Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.
36
Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta.
37
Aparta mis ojos de mirar la vanidad, y vivifícame en tus caminos.
38
Confirma a tu siervo tu palabra, que inspira reverencia por ti.
39
Quita de mí el oprobio que me causa temor, porque tus juicios son buenos.
40
He aquí, anhelo tus preceptos; vivifícame por tu justicia. Vau.
41
Venga también a mí tu misericordia, oh SEÑOR, tu salvación, conforme a tu palabra.
42
Y tendré respuesta para el que me afrenta, pues confío en tu palabra.
43
No quites jamás de mi boca la palabra de verdad, porque yo espero en tus ordenanzas.
44
Y guardaré continuamente tu ley, para siempre y eternamente.
45
Y andaré en libertad, porque busco tus preceptos.
46
Hablaré también de tus testimonios delante de reyes, y no me avergonzaré.
47
Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales amo.
48
Levantaré mis manos a tus mandamientos, los cuales amo, y meditaré en tus estatutos. Zain.
49
Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
50
Este es mi consuelo en la aflicción: que tu palabra me ha vivificado.
51
Los soberbios me insultaron en gran manera, sin embargo, no me he apartado de tu ley.
52
Me acuerdo de tus ordenanzas antiguas , oh SEÑOR, y me consuelo.
53
Profunda indignación se ha apoderado de mí por causa de los impíos que abandonan tu ley.
54
Cánticos para mí son tus estatutos en la casa de mi peregrinación.
55
Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh SEÑOR, y guardo tu ley.
56
Esto se ha hecho parte de mí: guardar tus preceptos. Jet.