2 Felices son los que obedecen sus leyes
y lo buscan con todo el corazón.
3 No negocian con el mal
y andan solo en los caminos del Señor
.
4 Nos has ordenado
que cumplamos cuidadosamente tus mandamientos.
5 ¡Oh, cuánto deseo que mis acciones
sean un vivo reflejo de tus decretos!
6 Entonces no tendré vergüenza
cuando compare mi vida con tus mandatos.
7 A medida que aprendo tus justas ordenanzas,
te daré las gracias viviendo como debo hacerlo.
8 Obedeceré tus decretos;
¡por favor, no te des por vencido conmigo!
9 Bet
¿Cómo puede un joven mantenerse puro?
Obedeciendo tu palabra.
10 Me esforcé tanto por encontrarte,
no permitas que me aleje de tus mandatos.
11 He guardado tu palabra en mi corazón,
para no pecar contra ti.
12 Te alabo, oh Señor
;
enséñame tus decretos.
13 Recité en voz alta
todas las ordenanzas que nos has dado.
14 Me alegré en tus leyes
tanto como en las riquezas.
15 Estudiaré tus mandamientos
y reflexionaré sobre tus caminos.
16 Me deleitaré en tus decretos
y no olvidaré tu palabra.
17 Guímel
Sé bueno con este siervo tuyo,
para que viva y obedezca tu palabra.
18 Abre mis ojos, para que vea
las verdades maravillosas que hay en tus enseñanzas.
19 No soy más que un extranjero en la tierra.
¡No escondas de mí tus mandatos!
20 Siempre me conmueve
el deseo de conocer tus ordenanzas.
21 Tú reprendes al arrogante;
los que se alejan de tus mandatos son malditos.
22 No permitas que se burlen de mí y me insulten,
pues he obedecido tus leyes.
23 Hasta los príncipes se sientan y hablan contra mí,
pero yo meditaré en tus decretos.
24 Tus leyes me agradan;
me dan sabios consejos.
25 Dálet
Estoy tirado en el polvo;
revíveme con tu palabra.
26 Te conté mis planes y me respondiste.
Ahora, enséñame tus decretos.
27 Ayúdame a comprender el significado de tus mandamientos,
y meditaré en tus maravillosas obras.
28 Lloro con tristeza;
aliéntame con tu palabra.
29 Líbrame de mentirme a mí mismo;
dame el privilegio de conocer tus enseñanzas.
30 He optado por ser fiel;
estoy decidido a vivir de acuerdo con tus ordenanzas.
31 Me aferro a tus leyes.
S
, ¡no dejes que pase vergüenza!
32 Perseguiré tus mandatos,
porque tú aumentas mi comprensión.
33 He
Enséñame tus decretos, oh Señor
;
los cumpliré hasta el fin.
34 Dame entendimiento y obedeceré tus enseñanzas;
las pondré en práctica con todo mi corazón.
35 Hazme andar por el camino de tus mandatos,
porque allí es donde encuentro mi felicidad.
36 Dame entusiasmo por tus leyes
en lugar de amor por el dinero.
37 Aparta mis ojos de cosas inútiles
y dame vida mediante tu palabra.
38 Confirma a tu siervo tu promesa,
la promesa que hiciste a los que te temen.
39 Ayúdame a abandonar mis caminos vergonzosos,
porque tus ordenanzas son buenas.
40 ¡Anhelo obedecer tus mandamientos!
Renueva mi vida con tu bondad.
41 Vav
S
, concédeme tu amor inagotable,
la salvación que me prometiste.
42 Entonces podré responder a los que se burlan de mí,
porque confío en tu palabra.
43 No arrebates de mí tu palabra de verdad,
pues tus ordenanzas son mi única esperanza.
44 Seguiré obedeciendo tus enseñanzas
por siempre y para siempre.
45 Caminaré en libertad,
porque me he dedicado a tus mandamientos.
46 A los reyes les hablaré de tu ley,
y no me avergonzaré.
47 ¡Cuánto me deleito en tus mandatos!
¡Cómo los amo!
48 Honro y amo tus mandatos;
en tus decretos medito.
49 Zain
Recuerda la promesa que me hiciste;
es mi única esperanza.
50 Tu promesa renueva mis fuerzas;
me consuela en todas mis dificultades.
51 Los orgullosos me tratan con un desprecio total,
pero yo no me aparto de tus enseñanzas.
52 Medito en tus antiguas ordenanzas;
oh Señor
, ellas me consuelan.
53 Me pongo furioso con los perversos,
porque rechazan tus enseñanzas.
54 Tus decretos han sido el tema de mis canciones
en todos los lugares donde he vivido.
55 De noche reflexiono sobre quién eres, Señor
;
por lo tanto, obedezco tus enseñanzas.
56 Así paso mis días:
obedeciendo tus mandamientos.
57 Jet
¡S
, eres mío!
¡Prometo obedecer tus palabras!
58 Deseo tus bendiciones con todo el corazón;
ten misericordia, como lo prometiste.
59 Consideré el rumbo de mi vida
y decidí volver a tus leyes.
60 Me apresuraré sin demora
a obedecer tus mandatos.
61 Gente malvada trata de arrastrarme al pecado,
pero estoy firmemente anclado a tus enseñanzas.
62 Me levanto a medianoche para agradecerte
por tus justas ordenanzas.
63 Soy amigo de todo el que te teme,
de todo el que obedece tus mandamientos.
64 Oh Señor
, tu amor inagotable llena la tierra;
enséñame tus decretos.
65 Tet
S
, has hecho muchas cosas buenas a mi favor
tal como lo prometiste.
66 Creo en tus mandatos;
ahora enséñame el buen juicio y dame conocimiento.
67 Yo solía desviarme, hasta que me disciplinaste;
pero ahora sigo de cerca tu palabra.
68 Tú eres bueno y haces únicamente el bien;
enséñame tus decretos.
69 Los arrogantes me difaman con mentiras,
pero la verdad es que obedezco tus mandamientos con todo el corazón.
70 El corazón de ellos es torpe y necio,
yo, en cambio, me deleito en tus enseñanzas.
71 El sufrimiento me hizo bien,
porque me enseñó a prestar atención a tus decretos.
72 Tus enseñanzas son más valiosas para mí
que millones en oro y plata.
73 Yod
Tú me hiciste; me creaste.
Ahora dame la sensatez de seguir tus mandatos.
74 Que todos los que te temen encuentren en mí un motivo de alegría,
porque he puesto mi esperanza en tu palabra.
75 Señor
, sé que tus ordenanzas son justas;
me disciplinaste porque lo necesitaba.
76 Ahora deja que tu amor inagotable me consuele,
tal como le prometiste a este siervo tuyo.
77 Rodéame con tus tiernas misericordias para que viva,
porque tus enseñanzas son mi deleite.
78 Trae deshonra sobre los arrogantes que mintieron sobre mí;
mientras tanto, me concentraré en tus mandamientos.
79 Permite que esté unido a todos los que te temen,
los que conocen tus leyes.
80 Que sea intachable en guardar tus decretos;
entonces nunca seré avergonzado.
81 Caf
Estoy agotado de tanto esperar a que me rescates
pero he puesto mi esperanza en tu palabra.
82 Mis ojos se esfuerzan por ver cumplidas tus promesas,
¿cuándo me consolarás?
83 Estoy arrugado como un odre ahumado,
pero no me olvidé de obedecer tus decretos.
84 ¿Hasta cuándo tendré que esperar?
¿Cuándo castigarás a los que me persiguen?
85 Estos arrogantes que odian tus enseñanzas
cavaron hoyos profundos para atraparme.
86 Todos tus mandatos son confiables.
Protégeme de aquellos que me persiguen sin causa.
87 Casi acaban conmigo,
pero me negué a abandonar tus mandamientos.
88 En tu amor inagotable, perdona mi vida;
entonces podré continuar obedeciendo tus leyes.
89 Lámed
Tu eterna palabra, oh Señor
,
se mantiene firme en el cielo.
90 Tu fidelidad se extiende a cada generación,
y perdura igual que la tierra que creaste.
91 Tus ordenanzas siguen siendo verdad hasta el día de hoy,
porque todo está al servicio de tus planes.
92 Si tus enseñanzas no me hubieran sostenido con alegría,
ya habría muerto en mi sufrimiento.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Salmos 119:2 ¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan!

English Standard Version ESV

Psalm 119:2 Blessed are those who keep his testimonies, who seek him with their whole heart,

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Salmos 119:2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan

King James Version KJV

Psalm 119:2 Blessed are they that keep his testimonies, and that seek him with the whole heart.

New King James Version NKJV

Psalm 119:2 Blessed are those who keep His testimonies, Who seek Him with the whole heart!

Nueva Versión Internacional NVI

Salmos 119:2 Dichosos los que guardan sus estatutosy de todo corazón lo buscan.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Salmos 119:2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan:

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Salmos 119:2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.

Herramientas de Estudio para Salmos 119:2-92