131
Abrí mi boca y suspiré, porque anhelaba tus mandamientos.
132
Vuélvete a mí y tenme piedad, como acostumbras con los que aman tu nombre.
133
Afirma mis pasos en tu palabra, y que ninguna iniquidad me domine.
134
Rescátame de la opresión del hombre, para que yo guarde tus preceptos.
135
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo, y enséñame tus estatutos.
136
Ríos de lágrimas vierten mis ojos, porque ellos no guardan tu ley. Tsade.
137
Justo eres tú, SEÑOR, y rectos tus juicios.
138
Has ordenado tus testimonios con justicia, y con suma fidelidad.
139
Mi celo me ha consumido, porque mis adversarios han olvidado tus palabras.
140
Es muy pura tu palabra, y tu siervo la ama.
141
Pequeño soy, y despreciado, mas no me olvido de tus preceptos.
142
Tu justicia es justicia eterna, y tu ley verdad.
143
Angustia y aflicción han venido sobre mí, mas tus mandamientos son mi deleite.
144
Tus testimonios son justos para siempre; dame entendimiento para que yo viva. Cof.
145
He clamado con todo mi corazón; ¡respóndeme, SEÑOR! Guardaré tus estatutos.
146
A ti clamé; sálvame, y guardaré tus testimonios.
147
Me anticipo al alba y clamo; en tus palabras espero.
148
Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche, para meditar en tu palabra.
149
Oye mi voz conforme a tu misericordia; vivifícame, oh SEÑOR, conforme a tus ordenanzas.
150
Se me acercan los que siguen la maldad; lejos están de tu ley.
151
Tú estás cerca, SEÑOR, y todos tus mandamientos son verdad.
152
Desde hace tiempo he sabido de tus testimonios, que para siempre los has fundado. Resh.
153
Mira mi aflicción y líbrame, porque no me olvido de tu ley.
154
Defiende mi causa y redímeme; vivifícame conforme a tu palabra.
155
Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos.
156
Muchas son, oh SEÑOR, tus misericordias; vivifícame conforme a tus ordenanzas.
157
Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, pero yo no me aparto de tus testimonios.
158
Veo a los pérfidos y me repugnan, porque no guardan tu palabra.
159
Mira cuánto amo tus preceptos; vivifícame, SEÑOR, conforme a tu misericordia.
160
La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas ordenanzas es eterna. Sin.
161
Príncipes me persiguen sin causa, pero mi corazón teme tus palabras.