114
Tú eres mi refugio y mi escudo;
tu palabra es la fuente de mi esperanza.
115
Lárguense de mi vida, ustedes los de mente malvada,
porque tengo la intención de obedecer los mandatos de mi Dios.
116
¡S
, sostenme como prometiste para que viva!
No permitas que se aplaste mi esperanza.
117
Sostenme y seré rescatado;
entonces meditaré continuamente en tus decretos.
118
Pero has rechazado a todos los que se apartan de tus decretos,
quienes no hacen más que engañarse a sí mismos.
119
Desechas a los perversos de la tierra como si fueran desperdicios;
¡con razón me encanta obedecer tus leyes!
120
Me estremezco por mi temor a ti;
quedo en temor reverente ante tus ordenanzas.
121
Ayin
No me dejes a merced de mis enemigos,
porque he hecho lo que es correcto y justo.
122
Te ruego que me des seguridad de una bendición.
¡No permitas que los arrogantes me opriman!
123
Mis ojos se esfuerzan por ver tu rescate,
por ver la verdad de tu promesa cumplida.
124
Soy tu siervo; trátame con tu amor inagotable
y enséñame tus decretos.
125
Da discernimiento a este siervo tuyo;
entonces comprenderé tus leyes.
126
Señor
, es tiempo de que actúes,
porque esta gente malvada ha desobedecido tus enseñanzas.
127
De verdad, amo tus mandatos
más que el oro, incluso que el oro más fino.
128
Cada uno de tus mandamientos es recto,
por eso detesto todo camino falso.
129
Pe
Tus leyes son maravillosas.
¡Con razón las obedezco!
130
La enseñanza de tu palabra da luz,
de modo que hasta los simples pueden entender.
131
Abro la boca y jadeo
anhelando tus mandatos.
132
Ven y muéstrame tu misericordia,
como lo haces con todos los que aman tu nombre.
133
Guía mis pasos conforme a tu palabra,
para que no me domine el mal.
134
Rescátame de la opresión de la gente malvada,
entonces podré obedecer tus mandamientos.
135
Mírame con amor;
enséñame tus decretos.
136
Torrentes de lágrimas brotan de mis ojos,
porque la gente desobedece tus enseñanzas.
137
Tsade
Oh Señor
, tú eres recto,
y tus ordenanzas son justas.
138
Tus leyes son perfectas
y absolutamente confiables.
139
La indignación me agobia,
porque mis enemigos despreciaron tus palabras.
140
Tus promesas fueron sometidas a una prueba rigurosa;
por eso las amo tanto.
141
Soy insignificante y despreciado,
pero no olvido tus mandamientos.
142
Tu justicia es eterna,
y tus enseñanzas son totalmente ciertas.
143
Cuando la presión y el estrés se me vienen encima,
yo encuentro alegría en tus mandatos.
144
Tus leyes siempre tienen razón;
ayúdame a entenderlas para poder vivir.
145
Cof
Oro con todo el corazón; ¡respóndeme, Señor
!
Obedeceré tus decretos.
146
A ti clamo; rescátame
para que pueda obedecer tus leyes.
147
Me levanto temprano, antes de que salga el sol;
clamo en busca de ayuda y pongo mi esperanza en tus palabras.
148
Me quedo despierto durante toda la noche,
pensando en tu promesa.
149
Oh Señor
, en tu fiel amor oye mi clamor,
que el seguir tus ordenanzas me reanime.
150
Los que no respetan la ley vienen a atacarme;
viven alejados de tus enseñanzas.
151
Pero tú estás cerca, oh Señor
,
y todos tus mandatos son ciertos.
152
Desde los primeros días
sé que tus leyes durarán para siempre.
153
Resh
Mira mi sufrimiento y rescátame,
porque no me he olvidado de tus enseñanzas.
154
¡Defiende mi caso, ponte de mi lado!
Protege mi vida como lo prometiste.
155
Los perversos están lejos de ser rescatados,
porque no se interesan en tus decretos.
156
Señor
, qué grande es tu misericordia;
que el seguir tus ordenanzas me reanime.
157
Muchos me persiguen y me molestan,
sin embargo, no me he desviado de tus leyes.
158
Ver a esos traidores me enferma el corazón,
porque no les importa nada tu palabra.
159
Mira cómo amo tus mandamientos, Señor
.
Por tu amor inagotable, devuélveme la vida.
160
La esencia misma de tus palabras es verdad;
tus justas ordenanzas permanecerán para siempre.
161
Shin
Gente poderosa me acosa sin razón,
pero mi corazón tiembla sólo ante tu palabra.
162
Me alegro en tu palabra
como alguien que descubre un gran tesoro.
163
Odio y detesto toda falsedad,
pero amo tus enseñanzas.
164
Te alabaré siete veces al día
porque todas tus ordenanzas son justas.
165
Los que aman tus enseñanzas tienen mucha paz
y no tropiezan.
166
Anhelo que me rescates, Señor
,
por eso, he obedecido tus mandatos.
167
Obedecí tus leyes,
porque las amo mucho.
168
Así es, obedezco tus leyes y tus mandamientos
porque tú sabes todo lo que hago.
169
Tau
Oh Señor
, escucha mi clamor;
dame la capacidad de discernir que me prometiste.
170
Escucha mi oración;
rescátame como lo prometiste.
171
Que la alabanza fluya de mis labios,
porque me has enseñado tus decretos.
172
Que mi lengua cante de tu palabra,
porque todos tus mandatos son correctos.
173
Tiéndeme una mano de ayuda,
porque opté por seguir tus mandamientos.
174
Oh Señor
, he anhelado que me rescates,
y tus enseñanzas son mi deleite.