2
¿Quién podrá enumerar los gloriosos milagros del Señor
?
¿Quién podrá alabarlo lo suficiente?
3
Hay alegría para los que tratan con justicia a los demás
y siempre hacen lo que es correcto.
4
Acuérdate de mí, Señor
, cuando le muestres favor a tu pueblo;
acércate y rescátame.
5
Déjame tener parte en la prosperidad de tus elegidos.
Permite que me alegre por el gozo de tu pueblo;
concédeme alabarte con los que son tu herencia.
6
Hemos pecado como nuestros antepasados.
¡Hicimos lo malo y actuamos de manera perversa!
7
Nuestros antepasados en Egipto
no quedaron conmovidos ante las obras milagrosas del Señor
.
Pronto olvidaron sus muchos actos de bondad hacia ellos;
en cambio, se rebelaron contra él en el mar Rojo.
8
Aun así, él los salvó:
para defender el honor de su nombre
y para demostrar su gran poder.
9
Ordenó al mar Rojo
que se secara
y condujo a Israel a través del mar como si fuera un desierto.
10
Así los rescató de sus enemigos
y los libertó de sus adversarios.
11
Después el agua volvió y cubrió a sus enemigos;
ninguno de ellos sobrevivió.
12
Entonces el pueblo creyó las promesas del Señor
y le cantó alabanzas.