29
Convirtió sus aguas en sangre, e hizo morir sus peces.
30
Pululó su tierra de ranas hasta en las alcobas de sus reyes.
31
El habló, y vinieron enjambres de moscas y mosquitos por todo su territorio.
32
Les dio granizo por lluvia, y llamas de fuego en su tierra.
33
Devastó también sus vides y sus higueras, y destrozó los árboles de sus territorios.
34
El habló, y vinieron langostas, y orugas sin número;
35
que devoraron toda la vegetación de su país, y se comieron el fruto de su suelo.
36
También hirió de muerte a todo primogénito de su tierra; las primicias de todo su vigor.
37
Pero a ellos los sacó con plata y oro, y entre sus tribus no hubo quien tropezara.
38
Egipto se alegró cuando se fueron, porque su terror había caído sobre ellos.
39
Extendió una nube para cubrirlos , y fuego para iluminarlos de noche.