12
Eso lo dijo cuando eran unos pocos,
un pequeño grupo de extranjeros en Canaán.
13
Anduvieron de nación en nación,
de un reino a otro.
14
Sin embargo, él no permitió que nadie los oprimiera.
A favor de ellos, les advirtió a los reyes:
15
«No toquen a mi pueblo elegido
ni hagan daño a mis profetas».
16
Mandó hambre a la tierra de Canaán,
y cortó la provisión de alimentos.
17
Luego envió a un hombre a Egipto delante de ellos:
a José, quien fue vendido como esclavo.
18
Le lastimaron los pies con grilletes
y en el cuello le pusieron un collar de hierro.
19
Hasta que llegó el momento de cumplir sus sueños,
el Señor
puso a prueba el carácter de José.
20
Entonces el faraón mandó a buscarlo y lo puso en libertad;
el gobernante de la nación le abrió la puerta de la cárcel.
21
José quedó a cargo de toda la casa del rey;
llegó a ser el administrador de todas sus posesiones.
22
Con total libertad instruía a los asistentes del rey
y enseñaba a los consejeros del rey.