1
Salmo 102
Oración de quien está abrumado de problemas y se desahoga ante el Señor
.
S
, ¡oye mi oración!
¡Escucha mi ruego!
2
No te alejes de mí
en el tiempo de mi angustia.
Inclínate para escuchar
y no tardes en responderme cuando te llamo.
3
Pues mis días desaparecen como el humo,
y los huesos me arden como carbones al rojo vivo.
4
Tengo el corazón angustiado, marchito como la hierba,
y perdí el apetito.
5
Por mi gemir,
quedé reducido a piel y huesos.
6
Soy como un búho en el desierto,
como un búho pequeño en un lugar remoto y desolado.
7
Me acuesto y sigo despierto,
como un pájaro solitario en el tejado.
8
Mis enemigos se burlan de mí día tras día;
se mofan de mí y me maldicen.
9
Me alimento de cenizas;
las lágrimas corren por mis mejillas y se mezclan con mi bebida,
10
a causa de tu enojo y de tu ira,
pues me levantaste y me echaste.
11
Mi vida pasa tan rápido como las sombras de la tarde;
voy marchitándome como hierba.