20
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? O dirá el vaso de barro al que lo labró: ¿Por qué me has hecho tal
21
¿O no tiene potestad el alfarero para hacer de la misma masa un vaso para honra, y otro para vergüenza
22
¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira, preparados para muerte
23
y haciendo notorias las riquezas de su gloria para con los vasos de misericordia que él ha preparado para gloria
24
Los cuales también llamó, (a nosotros), ¡y no sólo de los judíos, sino también de los gentiles
25
Como también en Oseas dice: Llamaré al que no era mi pueblo, pueblo mío; y a la no amada, amada
26
Y será, que en el lugar donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío; allí serán llamados hijos del Dios viviente
27
También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan solo el remanente será salvo
28
consumación fenecida inunda justicia; porque sentencia abreviada, hará el Señor sobre la tierra
29
Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado simiente, como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra fuéramos semejantes
30
¿Pues qué diremos? Que los gentiles que no seguían justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por la fe