5
Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Acaso es injusto el Dios que expresa su ira? (Hablo en términos humanos.)
6
¡De ningún modo! Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?
7
Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador?
8
¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos): Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los tales es justa.
9
¿Entonces qué? ¿Somos nosotros mejores que ellos? De ninguna manera; porque ya hemos denunciado que tanto judíos como griegos están todos bajo pecado;
10
como está escrito: NO HAY JUSTO, NI AUN UNO;
11
NO HAY QUIEN ENTIENDA, NO HAY QUIEN BUSQUE A DIOS;
12
TODOS SE HAN DESVIADO, A UNA SE HICIERON INUTILES; NO HAY QUIEN HAGA LO BUENO, NO HAY NI SIQUIERA UNO.
13
SEPULCRO ABIERTO ES SU GARGANTA, ENGAÑAN DE CONTINUO CON SU LENGUA, VENENO DE SERPIENTES HAY BAJO SUS LABIOS;
14
LLENA ESTA SU BOCA DE MALDICION Y AMARGURA;
15
SUS PIES SON VELOCES PARA DERRAMAR SANGRE;
16
DESTRUCCION Y MISERIA HAY EN SUS CAMINOS,
17
Y LA SENDA DE PAZ NO HAN CONOCIDO.
18
NO HAY TEMOR DE DIOS DELANTE DE SUS OJOS.
19
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios;
20
porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de El; pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado.
21
Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas;
22
es decir, la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen; porque no hay distinción;
23
por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios,