10
Como dicen las Escrituras:
«No hay ni un solo justo,
ni siquiera uno.
11
Nadie es realmente sabio,
nadie busca a Dios.
12
Todos se desviaron,
todos se volvieron inútiles.
No hay ni uno que haga lo bueno,
ni uno solo»
.
13
«Lo que hablan es repugnante como el olor que sale de una tumba abierta.
Su lengua está llena de mentiras».
«Veneno de serpientes gotea de sus labios»
.
14
«Su boca está llena de maldición y amargura»
.
15
«Se apresuran a matar.
16
Siempre hay sufrimiento y destrucción en sus caminos.
17
No saben dónde encontrar paz»
.
18
«No tienen temor de Dios en absoluto»
.
19
Obviamente, la ley se aplica a quienes fue entregada, porque su propósito es evitar que la gente tenga excusas y demostrar que todo el mundo es culpable delante de Dios.
20
Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.