9 Habrá aflicción y angustia para todos los que siguen haciendo lo malo, para los judíos primero y también para los gentiles;
10 pero habrá gloria, honra y paz de parte de Dios para todos los que hacen lo bueno, para los judíos primero y también para los gentiles.
11 Pues Dios no muestra favoritismo.
12 Los gentiles serán destruidos por el hecho de pecar, aunque nunca tuvieron la ley escrita de Dios; y los judíos, quienes sí tienen la ley de Dios, serán juzgados por esa ley porque no la obedecen.
13 Pues el simple acto de escuchar la ley no nos hace justos ante Dios. Es obedecer la ley lo que nos hace justos ante sus ojos.
14 Aun los gentiles, quienes no cuentan con la ley escrita de Dios, muestran que conocen esa ley cuando, por instinto, la obedecen aunque nunca la hayan oído.
15 Ellos demuestran que tienen la ley de Dios escrita en el corazón, porque su propia conciencia y sus propios pensamientos o los acusan o bien les indican que están haciendo lo correcto.
16 Y el mensaje que proclamo es que se acerca el día en que Dios juzgará, por medio de Cristo Jesús, la vida secreta de cada uno.
17 Los judíos y la ley
Tú, que te llamas judío, confías en la ley de Dios y te jactas de tu relación especial con él.
18 Tú sabes lo que a él le agrada, sabes bien qué es lo correcto, porque se te ha enseñado su ley.
19 Estás convencido de que eres guía para los ciegos y luz para los que andan perdidos en la oscuridad.
20 Piensas que puedes instruir al ignorante y enseñar a los niños los caminos de Dios. Pues estás seguro de que la ley de Dios te da pleno conocimiento y toda la verdad.
21 Ahora bien, si tú enseñas a otros, ¿por qué no te enseñas a ti mismo? Predicas a otros que no se debe robar, ¿pero tú robas?
22 Dices que está mal cometer adulterio, ¿pero tú cometes adulterio? Condenas la idolatría, ¿pero tú usas objetos robados de los templos paganos?
23 Te sientes muy orgulloso de conocer la ley pero deshonras a Dios al quebrantarla.
24 No es extraño que las Escrituras digan: «Los gentiles blasfeman el nombre de Dios por causa de ustedes»
.
25 La ceremonia judía de la circuncisión solo tiene valor si obedeces la ley de Dios; pero si no obedeces la ley de Dios, no estás en mejor condición que un gentil incircunciso.
26 Y si los gentiles obedecen la ley de Dios, ¿acaso él no los considerará su propio pueblo?
27 De hecho, los gentiles incircuncisos que cumplen la ley de Dios los condenarán a ustedes, judíos, que están circuncidados y tienen la ley de Dios pero no la obedecen.
28 Pues no se es un verdadero judío solo por haber nacido de padres judíos ni por haber pasado por la ceremonia de la circuncisión.
29 No, un verdadero judío es aquel que tiene el corazón recto a los ojos de Dios. La verdadera circuncisión no consiste meramente en obedecer la letra de la ley, sino que es un cambio en el corazón, producido por el Espíritu de Dios. Y una persona con un corazón transformado busca
la aprobación de Dios, no la de la gente.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Romanos 2:9 Habrá tribulación y angustia para toda alma humana que hace lo malo, del judío primeramente y también del griego;

English Standard Version ESV

Romans 2:9 There will be tribulation and distress for every human being who does evil, the Jew first and also the Greek,

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Romanos 2:9 Tribulación y angustia será sobre toda persona humana que obra lo malo, el judío primeramente y también el griego

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Romans 2:9 tribulation and anguish, on every soul of man who does evil, of the Jew first and also of the Greek;

Nueva Versión Internacional NVI

Romanos 2:9 Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen el mal, los judíos primeramente, y también los gentiles;

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Romanos 2:9 Tribulación y angustia sobre toda persona humana que obra lo malo, el Judío primeramente, y también el Griego.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Romanos 2:9 Tribulación y angustia será sobre toda persona humana que obra lo malo, el judío primeramente y también el griego.

Herramientas de Estudio para Romanos 2:9-29