18
Conmigo están las riquezas y el honor, la fortuna duradera y la justicia.
19
Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro, y mi ganancia es mejor que la plata escogida.
20
Yo ando por el camino de la justicia, por en medio de las sendas del derecho,
21
para otorgar heredad a los que me aman y así llenar sus tesoros.
22
El SEÑOR me poseyó al principio de su camino, antes de sus obras de tiempos pasados.
23
Desde la eternidad fui establecida, desde el principio, desde los orígenes de la tierra.
24
Cuando no había abismos fui engendrada, cuando no había manantiales abundantes en aguas.
25
Antes que los montes fueran asentados, antes que las colinas, fui engendrada,
26
cuando El no había hecho aún la tierra y los campos, ni el polvo primero del mundo.
27
Cuando estableció los cielos, allí estaba yo; cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo,
28
cuando arriba afirmó los cielos, cuando las fuentes del abismo se afianzaron,