7
Así que ahora, hijos míos, escúchenme.
Nunca se aparten de lo que les voy a decir:
8
¡Aléjate de ella!
¡No te acerques a la puerta de su casa!
9
Si lo haces perderás el honor,
y perderás todo lo que has logrado a manos de gente que no tiene compasión.
10
Gente extraña consumirá tus riquezas,
y otro disfrutará del fruto de tu trabajo.
11
Al final, gemirás de angustia
cuando la enfermedad consuma tu cuerpo.
12
Dirás: «¡Cuánto odié la disciplina!
¡Si tan solo no hubiera despreciado todas las advertencias!
13
¿Por qué no escuché a mis maestros?
¿Por qué no presté atención a mis instructores?
14
He llegado al borde de la ruina
y ahora mi vergüenza será conocida por todos».
15
Bebe el agua de tu propio pozo,
comparte tu amor sólo con tu esposa.
16
¿Para qué derramar por las calles el agua de tus manantiales
teniendo sexo con cualquiera?
17
Deben reservarla solo para los dos;
jamás la compartan con desconocidos.