1
Evita a las mujeres inmorales
Hijo mío, presta atención a mi sabiduría,
escucha cuidadosamente mi sabio consejo.
2
Entonces demostrarás discernimiento,
y tus labios expresarán lo que has aprendido.
3
Pues los labios de una mujer inmoral son tan dulces como la miel
y su boca es más suave que el aceite.
4
Pero al final ella resulta ser tan amarga como el veneno,
tan peligrosa como una espada de dos filos.
5
Sus pies descienden a la muerte,
sus pasos conducen derecho a la tumba.
6
Pues a ella no le interesa en absoluto el camino de la vida.
Va tambaleándose por un sendero torcido y no se da cuenta.
7
Así que ahora, hijos míos, escúchenme.
Nunca se aparten de lo que les voy a decir:
8
¡Aléjate de ella!
¡No te acerques a la puerta de su casa!