16
El Seol, la matriz estéril, la tierra que jamás se sacia de agua, y el fuego que nunca dice: ¡Basta!
17
Al ojo que se mofa del padre, y escarnece a la madre, lo sacarán los cuervos del valle, y lo comerán los aguiluchos.
18
Hay tres cosas que son incomprensibles para mí, y una cuarta que no entiendo:
19
el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente sobre la roca, el camino del barco en medio del mar, y el camino del hombre en la doncella.
20
Así es el camino de la mujer adúltera: come, se limpia la boca, y dice: No he hecho nada malo.
21
Por tres cosas tiembla la tierra, y por una cuarta no se puede sostener:
22
por el esclavo cuando llega a ser rey, por el necio cuando se sacia de pan,
23
por la mujer odiada cuando se casa, y por la sierva cuando suplanta a su señora.
24
Cuatro cosas son pequeñas en la tierra, pero son sumamente sabias:
25
las hormigas, pueblo sin fuerza, que preparan su alimento en el verano;
26
los tejones, pueblo sin poder, que hacen su casa en la peña;
27
las langostas, que no tienen rey, pero todas salen en escuadrones;
28
y el lagarto, que se puede agarrar con las manos, pero está en los palacios de los reyes.
29
Hay tres cosas majestuosas en su marcha, y una cuarta de elegante caminar:
30
el león, poderoso entre las fieras, que no retrocede ante ninguna;
31
el gallo, que se pasea erguido, asimismo el macho cabrío, y el rey cuando tiene el ejército con él.
32
Si has sido necio en ensalzarte, o si has tramado el mal, pon la mano sobre tu boca;
33
porque batiendo la leche se saca mantequilla, y apretando la nariz sale sangre, y forzando la ira se produce contienda.