13
Los mensajeros confiables refrescan como la nieve en verano.
Reviven el espíritu de su patrón.
14
La persona que promete un regalo pero nunca lo da
es como las nubes y el viento que no traen lluvia.
15
La paciencia puede persuadir al príncipe,
y las palabras suaves pueden quebrar los huesos.
16
¿Te gusta la miel?
¡No comas demasiada, porque te darán ganas de vomitar!
17
No visites a tus vecinos muy seguido,
porque se cansarán de ti y no serás bienvenido.
18
Decir mentiras acerca de otros
es tan dañino como golpearlos con un hacha,
herirlos con una espada
o lanzarles una flecha afilada.
19
Confiar en alguien inestable en tiempos de angustia
es como masticar con un diente roto o caminar con un pie cojo.
20
Cantar canciones alegres a quien tiene el corazón afligido
es como quitarle a alguien el abrigo cuando hace frío
o echarle vinagre a una herida.
21
Si tus enemigos tienen hambre, dales de comer.
Si tienen sed, dales agua para beber.
22
Amontonarás carbones encendidos de vergüenza sobre su cabeza,
y el Señor
te recompensará.
23
Tan cierto como que el viento del norte trae lluvia,
¡la lengua chismosa causa enojo!