16
El que oprime al pobre para aumentarse él, y que da al rico, ciertamente será pobre.
17
Inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios, y pon tu corazón a mi sabiduría;
18
porque es cosa deleitable, si las guardares en tus entrañas; y que juntamente sean ordenadas en tus labios.
19
Para que tu confianza sea en el SEÑOR, te las he hecho saber hoy a ti también.
20
¿No te he escrito tres veces en consejos y ciencia,
21
para hacerte saber la certidumbre de las razones verdaderas, para que puedas responder razones de verdad a los que a ti enviaren?
22
No robes al pobre, porque es pobre, ni quebrantes en el juicio al necesitado;
23
porque el SEÑOR juzgará la causa de ellos, y despojará el alma de aquellos que los despojaren.
24
No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos;
25
para que no aprendas sus veredas, y tomes lazo para tu alma.
26
No estés entre los que tocan la mano, entre los que fían por deudas.