10
El rey habla con sabiduría divina;
nunca debe juzgar injustamente.
11
El Señor
exige el uso de pesas y balanzas exactas,
él es quien fija los parámetros de la justicia.
12
El rey detesta las fechorías,
porque su gobierno se basa en la justicia.
13
El rey se complace en las palabras de labios justos;
ama a quienes hablan con la verdad.
14
El enojo del rey es amenaza de muerte;
el sabio tratará de aplacarlo.
15
Cuando el rey sonríe, hay vida;
su favor refresca como lluvia de primavera.
16
¡Cuánto mejor es adquirir sabiduría que oro,
y el buen juicio que la plata!
17
El camino de los íntegros lleva lejos del mal;
quien lo siga estará a salvo.
18
El orgullo va delante de la destrucción,
y la arrogancia antes de la caída.
19
Es mejor vivir humildemente con los pobres,
que compartir el botín con los orgullosos.
20
Los que están atentos a la instrucción prosperarán;
los que confían en el Señor
se llenarán de gozo.