12
devorémoslos vivos como el Seol, enteros, como los que descienden al abismo;
13
hallaremos toda clase de preciadas riquezas, llenaremos nuestras casas de botín;
14
echa tu suerte con nosotros, todos tendremos una bolsa;
15
hijo mío, no andes en el camino con ellos, aparta tu pie de su senda,
16
porque sus pies corren hacia el mal, y a derramar sangre se apresuran.
17
Porque es en vano tender la red ante los ojos de cualquier ave;
18
pero ellos a su propia sangre asechan, tienden lazo a sus propias vidas.
19
Tales son los caminos de todo el que se beneficia por la violencia: que quita la vida de sus poseedores.
20
La sabiduría clama en la calle, en las plazas alza su voz;
21
clama en las esquinas de las calles concurridas; a la entrada de las puertas de la ciudad pronuncia sus discursos:
22
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores se deleitarán en hacer burla, y los necios aborrecerán el conocimiento?