1
El amor del Señor
por Israel
»Cuando Israel era niño, yo lo amé,
y de Egipto llamé a mi hijo;
2
pero cuanto más lo llamaba,
más se alejaba de mí
y ofrecía sacrificios a las imágenes de Baal
y quemaba incienso a ídolos.
3
Yo mismo le enseñé a Israel
a caminar,
llevándolo de la mano;
pero no sabe ni le importa
que fui yo quien lo cuidó.
4
Guié a Israel
con mis cuerdas de ternura y de amor.
Quité el yugo de su cuello
y yo mismo me incliné para alimentarlo.
5
»Sin embargo, como mi pueblo se niega a regresar a mí,
regresará a Egipto
y será forzado a servir a Asiria.
6
La guerra, como un torbellino, pasará por sus ciudades;
los enemigos derribarán sus puertas.
Los destruirán,
atrapándolos en sus propios planes malignos.
7
Pues mi pueblo está decidido a abandonarme.
Aunque me llaman el Altísimo
no me honran de verdad.