4 Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados. Devuelve su oprobio sobre sus cabezas y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad.
5 No perdones su iniquidad, ni su pecado sea borrado de delante de ti, porque han desmoralizado a los que edifican.
6 Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.
7 Aconteció que cuando Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod se enteraron que continuaba la reparación de las murallas de Jerusalén, que las brechas comenzaban a ser cerradas, se enojaron mucho.
8 Y todos ellos conspiraron juntos para venir a luchar contra Jerusalén y causar disturbio en ella.
9 Entonces oramos a nuestro Dios, y para defendernos montamos guardia contra ellos de día y de noche.
10 Pero se decía en Judá: Desfallecen las fuerzas de los cargadores, y queda mucho escombro; nosotros no podemos reedificar la muralla.
11 Y nuestros enemigos decían: No sabrán ni verán hasta que entremos en medio de ellos y los matemos y hagamos cesar la obra.
12 Y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces: Subirán contra nosotros de todo lugar adonde os volváis,
13 entonces aposté hombres en las partes más bajas del lugar, detrás de la muralla y en los sitios descubiertos; aposté al pueblo por familias con sus espadas, sus lanzas y sus arcos.
14 Cuando vi su temor, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: No les tengáis miedo; acordaos del Señor, que es grande y temible, y luchad por vuestros hermanos, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestras mujeres y vuestras casas.
15 Sucedió que nuestros enemigos se enteraron que lo sabíamos y que Dios había desbaratado sus planes; entonces todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo.
16 Y sucedió que desde aquel día la mitad de mis hombres trabajaban en la obra mientras que la otra mitad portaba las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas; y los capitanes estaban detrás de toda la casa de Judá.
17 Los que reedificaban la muralla y los que llevaban cargas llevaban la carga en una mano trabajando en la obra, y en la otra empuñaban un arma.
18 Cada uno de los que reedificaban tenía ceñida al lado su espada mientras edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí.
19 Y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y estamos separados en la muralla, lejos el uno del otro.
20 En el lugar que oigáis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros.
21 Hacíamos el trabajo con la mitad empuñando lanzas desde el despuntar del alba hasta que salían las estrellas.
22 En aquel tiempo dije también al pueblo: Cada hombre con su criado pase la noche dentro de Jerusalén, para que nos sirvan de guarda por la noche y de obrero por el día.
23 Ni yo, ni mis hermanos, ni mis mozos, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno llevaba su arma aun en el agua.

English Standard Version ESV

Nehemiah 4:4 Hear, O our God, for we are despised. Turn back their taunt on their own heads and give them up to be plundered in a land where they are captives.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Nehemías 4:4 Oye, oh Dios nuestro, que somos en menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y dalos en despojo en la tierra de su cautiverio

King James Version KJV

Nehemiah 4:4 Hear, O our God; for we are despised:a and turn their reproach upon their own head, and give them for a prey in the land of captivity:

New King James Version NKJV

Nehemiah 4:4 Hear, O our God, for we are despised; turn their reproach on their own heads, and give them as plunder to a land of captivity!

Nueva Traducción Viviente NTV

Nehemías 4:4 Entonces oré: «Escúchanos, Dios nuestro, porque se burlan de nosotros. ¡Que sus burlas recaigan sobre sus propias cabezas, y que ellos mismos sean llevados cautivos a una tierra extraña!

Nueva Versión Internacional NVI

Nehemías 4:4 Por eso oramos:«¡Escucha, Dios nuestro,cómo se burlan de nosotros!Haz que sus ofensas recaigan sobre ellos mismos:entrégalos a sus enemigos;¡que los lleven en cautiverio!

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Nehemías 4:4 Oye, oh Dios nuestro, que somos en menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y dalos en presa en la tierra de su cautiverio:

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Nehemías 4:4 Oye, oh Dios nuestro, que somos en menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y dalos en presa en la tierra de su cautiverio.

Herramientas de Estudio para Nehemías 4:4-23