1
Agua para la purificación
El Señor
les dijo a Moisés y a Aarón:
2
«Este es otro requisito legal ordenado por el Señor
: díganle al pueblo de Israel que traigan una novilla de color rojizo, un animal perfecto sin defectos y al que nunca se le haya colocado un yugo para el arado.
3
Entréguenla al sacerdote Eleazar, para que sea llevada fuera del campamento y matada en su presencia.
4
Entonces Eleazar tomará con el dedo un poco de la sangre y la rociará siete veces hacia el frente del tabernáculo.
5
La novilla será quemada por completo —la piel, la carne, la sangre y el estiércol— en presencia de Eleazar.
6
Después, el sacerdote Eleazar tomará un palo de cedro,
una rama de hisopo y un poco de hilo escarlata y los arrojará en el fuego donde se quema la novilla.