34
»Puesto que sus hombres exploraron la tierra durante cuarenta días, ustedes andarán vagando en el desierto por cuarenta años —un año por cada día— y así sufrirán las consecuencias de sus pecados. Entonces sabrán lo que es tenerme como enemigo.
35
¡Yo, el Señor
, he hablado! Sin falta, haré todas estas cosas a cada miembro de la comunidad que conspiró contra mí. ¡Serán destruidos en este desierto, y aquí morirán!».
36
Entonces los diez hombres que Moisés envió a explorar la tierra —que por sus malos informes incitaron la rebelión contra el Señor
—
37
fueron heridos de muerte por una plaga delante del Señor
.
38
De los doce que exploraron la tierra, solo Josué y Caleb siguieron vivos.
39
Después, cuando Moisés comunicó las palabras del Señor
a todos los israelitas, se llenaron de profundo dolor.
40
Así que a la mañana siguiente se levantaron temprano y subieron a la parte alta de las colinas. «¡Vamos! —dijeron—. Reconocemos que hemos pecado, pero ahora estamos listos para entrar a la tierra que el Señor
nos prometió».
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Pero Moisés les dijo: «¿Por qué desobedecen ahora las órdenes del Señor
de volver al desierto? No les dará resultado.
42
No suban ahora a la tierra. Lo único que sucederá es que sus enemigos los aplastarán porque el Señor
no está con ustedes.
43
Cuando enfrenten a los amalecitas y a los cananeos en batalla, serán masacrados. El Señor
los abandonará porque ustedes lo abandonaron a él».
44
Sin embargo, el pueblo avanzó con insolencia hacia la zona montañosa, aunque ni Moisés ni el arca del pacto del Señor
salieron del campamento.
45
Entonces los amalecitas y los cananeos que vivían en las montañas descendieron, los atacaron y los vencieron, haciéndolos huir hasta Horma.