1
Y cuando vio las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, sus discípulos se acercaron a El.
2
Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:
3
Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.
4
Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.
5
Bienaventurados los humildes , pues ellos heredarán la tierra.
6
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.
7
Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia.
8
Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.