1
Y viendo la multitud, subió en el monte; y sentándose, le acercaron a él sus discípulos
2
Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo
3
Bienaventurados los pobres en espíritu; porque de ellos es el Reino de los cielos
4
Bienaventurados los que lloran (enlutados), porque ellos recibirán consolación
5
Bienaventurados los mansos; porque ellos recibirán la tierra por heredad
6
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia (o rectitud), porque ellos serán saciados
7
Bienaventurados los misericordiosos; porque ellos alcanzarán misericordia
8
Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios
9
Bienaventurados los pacificadores; porque ellos serán llamados hijos de Dios
10
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia (o rectitud), porque de ellos es el Reino de los cielos
11
Bienaventurados sois cuando os vituperen y os persigan, y se dijere toda clase de mal de vosotros por mi causa, mintiendo